La división política e ideológica en Bolivia es lo que más preocupa a la comunidad de ese país que reside en el área metropolitana.
Los que viven en la región de Washington, que representan al grupo de bolivianos más numeroso que reside en Estados Unidos, cuestionan de diferentes maneras el mandato de Evo Morales, el primer presidente indígena de ese país.
A unos les preocupa el estado de la democracia ante las influencias exteriores, en particular de los gobiernos de Venezuela y Cuba. A otros, la capacidad intelectual de Morales, que no cuenta con un grado universitario, y que en el año desde que tomó el mandato ha iniciado cambios radicales que van desde las nacionalizaciones hasta la propuesta de una nueva constitución.
La mayoría coincide en que las tensiones, que además de ser políticas son raciales y clasistas, se han intensificado en las últimas semanas como resultado de un debate sobre la autonomía de las regiones y el interés de Morales, y de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), en centralizar el gobierno.
“Mucha gente votó por Evo Morales cansada de la élite. Incluso la clase media votó por él, pero una vez sube, comienza con su discurso indigenista, clasista, racista”, opinó David Spitz, originario del departamento de Santa Cruz y residente de Virginia por cinco años. “Y hoy las divisiones son aún más fuertes”.
Spitz apunta a los acontecimientos este mes en Cochabamba. Dos personas —un “cara”, o blanco de clase media, y un campesino “cocalero”— murieron violentamente durante una protesta en la que miles de cocaleros tomaron la ciudad e incendiaron la prefectura, pidiendo la renuncia del prefecto Manfred Reyes Villa, por su intención de realizar un nuevo referendo sobre la autonomía de esa región.
Los campesinos, seguidores de Morales, llegaron con bates a la plaza principal de la ciudad y se enfrentaron al gobierno local. Como consecuencia, la ministra de Gobierno, Alicia Muñoz, despidió al comandante de la policía de Cochabamba por tirar gases lacrimógenos contra los manifestantes. Su decisión reflejó la tensión entre los gobiernos regionales y el central en seis de los departamentos de Bolivia en donde piden la autonomía.
“Cuando un ministro está a cargo, un prefecto no puede dar órdenes”, dijo Muñoz, según reportaron medios de Cochabamba.
Más allá de la tensión política, el evento complicó las ya malas relaciones entre los campesinos y la gente de clase media, lamentan emigrantes en la región.
“Hoy si vas al supermercado, por ser blanco no te atienden”, aseguró William Hurtado, cruceño que tiene familiares y amigos en Cochabamba.
Este debate hace que muchos se pregunten qué pasará en un futuro en Bolivia. Y surge la mención de una posible guerra civil.
El cónsul Osvaldo Cuevas, señaló que hay un interés más amplio en la comunidad boliviana —unos 100 mil en el área— sobre el tema político. Aunque apuntó que eso no significa que la histórica división de un país de 9 millones con mayoría indígena se refleje también en el exterior.
Mónica Williams, cochabambina con más de 25 años en este país, asegura que, aunque a un nivel más bajo, aquí también hay tensiones entre bolivianos.
“Es urgente que haya un diálogo”, dijo Williams, presidenta de la Cámara de Comercio Boliviana Americana de Washington.
“Evo, aunque tiene buenas ideas, necesita mejor orientación política. Sólo porque él piensa que los blancos discriminaban a los indígenas, hoy no puede comenzar a discriminar en contra de los mestizos y blancos... Él tiene que dejar de hablar como indígena y hablar como boliviano”, agregó.
La comunidad boliviana en la región de Washington se ha comenzado a organizar para dialogar sobre la situación social, económica y política de su país. La cámara de comercio por ejemplo, tendrá mañana sábado un foro de discusión en el que participarán diferentes grupos bolivianos, dijo Williams.
El mes pasado, el Comité Cívico de Virginia, que apoya la autonomía, realizó una marcha frente a las oficinas de la Organización de Estados Americanos, para demandar el respeto a la democracia en Bolivia. Según Oscar Zambrana, presidente del Comité, su entidad pide que los organismos internacionales pongan sus ojos en Morales. Según el grupo, estaría detrás de los cocaleros que buscan quitar a Reyes Villa en Cochabamba, y también al prefecto de La Paz, José Luis Paredes, ambos elegidos democráticamente.
Si es así, dice Roy Méndez, otro cochabambino, “Evo estaría atentando contra el propio sistema democrático que lo eligió”.
Fuente: El Tiempo Latino
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3 comentarios:
No solamente desde EEUU los cruceños estan preocupados por el rumbo que el presidente Morales Ayma está dando a Bolivia, los que estamos acá vivimos en carne propia todo esto.
Y este comite esta haciendo algo para ayudar a Santa Cruz desde lejos, ya estan en campanas para ayudarnos desde lejos o solo para festejar el 24 de sept. se hacen llamar residentes cambas??
Me acuerdo de este suceso. Realmente fue un desastre que recorrio el mundo.
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