Alrededor de 500 mil personas se dieron cita ayer en el monumento al Cristo, para reafirmar su apoyo al Sí a la autonomía, bailar, reír, cantar y protestar contra el centralismo, la injerencia extranjera y exigir respeto al gobierno de Evo Morales que enarbola las banderas del No a mayor descentralización.
“Dios no quiere comunismo, quiere autonomía”, decía uno de los tantos carteles que fueron colocados en las calles adyacentes al monumento como reflejando por qué razón empresarios, agropecuarios, y de diversos sectores observan con preocupación, a decir del presidente de la Cámara de Industria y Comercio, Gabriel Dabdoub, la posibilidad de perder sus bienes en manos del Estado central.
Y en defensa de la fe religiosa que pretende ser cambiada, fue defendida por miles de estudiantes que se dieron cita.
Banderas blanco y verde flamearon y se combinaron con las rojo, amarillo y verde, además de otras de España, Brasil y de los otros ocho departamentos parecieron tender un manto humano que bajaba y subía con el grito de “autonomía”.
Fue un encuentro de unidad nacional que fue traducido por las notas musicales de “camba que viva el camba” y un paseo por los departamentos de “Sucre noches de amor”, “Potosino, soy” de Potosí, “Oh linda la Paz”, de La Paz, “viva mi valle florido, del valle andaluz, ebrio de colores” de Tarija o la del “morenadas cantaré, morenadas bailaré” de Oruro.
También llegaron desde varias regiones y fue poco usual ver una caravana de alrededor de 200 mototaxistas que arribaron desde Montero y Warnes.
Algunas tarimas amenazaron con ceder y el animador Reyes Seleme advirtió con tener cuidado con la plataforma de un surtidor de combustible abandonado que se llenó de gente así como en los edificios contiguos.
El momento culminante fue cuando el presidente del Comité Cívico, Germán Antelo dijo: ´Juran por Dios y la Patria, cambiar y hacer cambiar en paz las leyes y la Constitución en el marco del mandato vinculante que impondrá el referéndum para los departamentos que decidan sí ser autónomos?´.
´Sí´, fue el grito unánime, y se desató la euforia a la par de la fiesta y la lluvia de fuegos artificiales a los pies de un Cristo que ha visto ya tres veces la protesta de un pueblo que le canta a la libertad y al trinar de las aves al grito de “autonomía carajo...”
Fuente: El Nuevo Dia
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